En este episodio de «Lo estás haciendo bien» hablaremos sobre la importancia de conocer que mis necesidades son mías.
Nos escuchamos mañana viernes las 18:00h, con temáticas relacionadas con el duelo perinatal.
Si no pudieras escuchar en este momento el programa, te dejo una transcripción aproximada del mismo.
Te doy la bienvenida a “Lo estás haciendo bien” Episodio 214
Hola, soy María Moreno, psicóloga perinatal y este es un programa donde hablamos sobre todo lo relacionado con la búsqueda de embarazo, embarazo, parto, posparto y crianza y duelo perinatal.
Tu espacio, donde aprender y crecer juntas, pero sobre todo recordarnos que lo estamos haciendo bien.
Como ya sabes en mariamorenoperinatal.com estoy a tu disposición para trabajar juntas las herramientas que necesites, desde tu búsqueda del embarazo hasta la crianza. Además, si has sufrido una pérdida, no estás sola. Estoy aquí para ayudarte a avanzar desde ese sufrimiento hacia el agradecido recuerdo.
Hoy es jueves, 2 de febrero de 2023 y vamos a hablar sobre la importancia de entender de que mis necesidades son mías.
Mis necesidades son mías y son mi responsabilidad
Hemos crecido acallando aquello que debemos conocer: nuestras necesidades. Si no las conocemos nosotras/os mismas/os, ¿cómo esperamos que el que tengo enfrente sepa cuáles son mis necesidades? Hemos crecido con un «no llores», «no te quejes», «no seas egoísta» o «podrías haberte esforzado algo más». ¿Cómo nos sentimos al leer esto? Todo está relacionado con nuestras necesidades y si crecimos acallándolas, no seremos capaces de poder llegar a ser felices.
Si nos vamos a las clasificaciones que más conocemos, tenemos la teoría de Maslow (1943), una teoría sobre la motivación humana. En su teoría establece una jerarquía de necesidades humanas y defendió que conforme se van satisfaciendo las necesidades más básicas, las inferiores, seremos capaces de desarrollar necesidades y deseos más elevados. Maslow afirmaba que sólo se atienden necesidades superiores cuando tenemos satisfechas nuestras necesidades inferiores.
Para conocernos, para comenzar está muy bien esta jerarquía, ya que establece cinco grandes ámbitos que podremos ir detectando y saber si tenemos cubiertos o no.
Pero esta teoría, habla sobre jerarquía, sobre que si una no está satisfecha, la superior no puede satisfacerse. Vale, pero, ¿eso es realmente así?
A mí me gusta verlo de la siguiente forma: cada una de estas necesidades, sus categorías, son macetas. Una al lado de la otra, no hay jerarquía entre ellas, son todas las macetas iguales. ¿Qué necesita una maceta? Obvio, lo primero algo que queramos plantar, las semillas. Ok. Lo siguiente, la tierra, que tenga buenos nutrientes, adaptados a las características de esas semillas. Agua, ok. Sol, ok. Pero, ¿la forma de la maceta también influye? Sí. No es lo mismo una planta que queramos plantar que tenga raíces que tienen forma tubular, o aquellas que necesitan expandirse por todo el terreno.
Si lo llevamos a nosotros, tendremos que saber qué tipo de necesidades son las que marcan mi vida, y eso está influenciado por nuestra caracterología. Todos y cada una/o de nosotras/os, somos diferentes, con nuestro temperamento, con nuestras vivencias y nuestro posicionamiento en la vida.
Volviendo a nuestras necesidades, si sabemos que cada categoría tiene su propia maceta, sus propias semillas y necesita diferentes nutrientes, seremos capaces de darle TODO aquello que necesita. Pero, ¿atendemos nuestras macetas de la misma manera?
Aterrizando en las necesidades, cada una/o decide qué necesidades son más importantes para nosotras/os e incluso cuando hacemos cosas por los demás, estamos cubriendo necesidades nuestras. Pero también tenemos que tener en cuenta que mientras tenemos puesto el foco fuera, no estamos mirando hacia adentro.
Volviendo a la analogía de las macetas, si decidimos regar de más la maceta, por ejemplo, de afiliación, demos de ser conscientes de que habrá otra maceta a la que le faltará agua. Por ejemplo, en la vorágine de las primeras semanas después de nacer nuestra/o bebé, estaremos atendiendo la necesidad de afiliación, de creación de vínculo y, de seguridad, aportando un espacio de tranquilidad donde las necesidades de nuestra/o bebé estén satisfechas… pero ¿y las tuyas? ¿Cuánto has dormido? ¿Cuándo fue la última vez que te duchaste?
Y aquí, aparece, el quid de todo este post… LA FRUSTRACIÓN.
Si no conozco mis necesidades, si no las cubro, me frustro y hay dos formas de dejar salir esta frustración: hacia afuera, gritando cuando no debemos, ni a que debemos, enfadándome por una taza mal puesta, por ejemplo; o, por el contrario, hacia adentro, sintiéndome triste y sin ganas de hacer nada… El problema está en que una y otra, están intrínsecamente relacionadas. Sería como una olla exprés que va cogiendo fuerza y nos vamos cargando, cargando, cargando… y ¡¡BOOM!! Y así, una y otra vez…
Pero hay salida a esto. Necesitamos realizar un acto de responsabilidad, necesitamos pararnos y reconocer, reconocernos a nosotras/os mismas/os cuáles son.
Existen dos salidas sanas, que harían el efecto de “pesita” de la olla presión: el aplazamiento y la sustitución.
Y sólo así, podré cubrirlas. Pero habrá veces que no podamos hacerlo solas/os, comunícate. Con tu pareja, con tu familia, incluso con tu hija/o, tal vez, no puede ayudarte a cubrirlas, pero verá que es normal estar pendiente de nuestras necesidades.
¡Lo estás haciendo bien!
Si necesitas ayuda, herramientas, si necesitas que alguien te escuche, puedes ponerte en contacto conmigo a través del siguiente enlace.
Así que, si estás en este momento en el que estás tomando consciencia de tus necesidades son tuya, te abrazo fuerte, no estás sola.
Y bueno, hasta aquí el episodio 214 de Lo estás haciendo bien. Recuerda que puedes ponerte en contacto conmigo en mariamorenoperintal.com
Gracias por estar ahí, por estar al otro lado.
Nos escuchamos mañana viernes con temáticas relacionadas con el duelo perinatal.
Y recuerda… ¡Lo estás haciendo bien!
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