
Se va acercando la fecha probable de parto, y comienzas a sentir que te gustaría tenerlo todo preparado para su llegada.
No te preocupes, te acompaño desde aquí para estar preparada en varios sentidos: qué llevar al hospital, y cómo prepararte mentalmente para tu parto.
La bolsa de tu bebé
Va a depender si parirás en un hospital público o en uno privado.
Hay hospitales privados donde tú tienes que llevar la ropita de tu bebé desde el momento del nacimiento, pero hay otros que no. En los públicos, suelen facilitarte la ropa durante el ingreso.
Cosas que no pueden faltar:
- Pañales talla 0 ó 1.(ya sean desechables o de tela): hay muchas veces que los pañales que te facilitan desde el hospital son talla 1, y hay bebés muy peques y les bailan, aunque siempre se puede hacer una doblez para que le ajusten mejor.
- Toallitas higiénicas o de tela.
- Ropa adecuada a la temporada en la que nace: pijamas y bodies.
- Muselinas.
- (Opcional): ropa para salir del hospital.
No recomiendo nada tipo manoplas o similar, ya que así perderán el sentido del tacto. Muy a contrario de lo que se cree, se les pueden cortar o limar las uñas a un bebé desde que nace.
No añado nada para bañar a tu bebé, ya que hay numerosos estudios que sugieren que el retraso del primer baño de tu bebé puede ser beneficioso.
La vérnix caseosa, es una sustancia blanquecina que suele acumularse en tu bebé a partir de la semana 20 de gestación, sirve para proteger la piel de tu bebé.
Pero no sólo protege durante el embarazo. Tras el nacimiento se ha demostrado que ayuda al establecimiento de la lactancia materna, y no sólo eso, tiene propiedades antimicrobiana y actúa a modo de escudo del sistema inmune, siendo una barrera contra infecciones de bacterias y hongos.
Se ha demostrado que si se mantiene la vérnix en la piel, le ayuda a tu bebé con su regulación térmica, tendrá menos lesiones, mejor hidratación y mayor elasticidad de la piel Esta sustancia, se termina absorbiendo por la piel.
Además, no se recomienda bañar a tu bebé todos los días, con 3 veces a la semana será suficiente, siempre que la zona del pañal se limpie con una esponja o toalla, con agua y con jabón a diario. También se recomienda hacerlo sin jabón o con jabones naturales, sin químicos, para no dañar la piel de tu bebé.
La bolsa de mamá
Aquí volvemos a lo primero citado con anterioridad, dependerá de si decides dar a luz en un hospital público o en uno privado, aunque hay casos y casos. Será necesario o no que lleves camisón con abertura delantera.
Cosas que no pueden faltar
- Braguitas desechables o de algodón con cintura alta.
- Compresas posparto desechables o de tela.
- 2 o 3 sujetadores de lactancia.
- Discos de lactancia, ya sean desechables o de tela.
- Calcetines calentitos por si tuvieras frío.
- Zapatillas cómodas.
- Neceser personal.
- Ropa cómoda para salir del hospital (tus pantalones de embarazo podrán ser tus mejores amigos en tu posparto inmediato.
- Móvil y cargador: te gustará compartir este momento con los tuyos.
- Identificación personal: DNI o NIE y tarjeta de la seguridad social o seguro privado.
- Cartilla de embarazo
- Plan de parto.
- Abanico.
Bolsa del hospital para papá o mamá no gestante
También puede ser para cualquier otra persona que tú decidas que te acompañe ese día.
- Ropa interior para varios días.
- Ropa cómoda para el parto y el ingreso.
- Zapatillas cómodas
- Neceser
- Móvil y cargador.
- Dinero en efectivo: para cualquier cosa que pudierais necesitar.
- Identificación.
- Plan de parto (recomiendo tenerlo por duplicado por si una vez lo entregáis al equipo profesional, tenéis duda de si algo no se está haciendo como quiere la mamá)
Vale, ahora ya tenéis vuestras maletas preparadas, y ahora, ¿qué?
Es importante que hayáis hablado sobre cómo quieres que sea tu parto. Realizar el plan de parto conjuntamente, ayudará a tu pareja a entender por qué para ti es tan fundamental que ciertos procedimientos se realicen o no se realicen. Además, podrá estar pendiente si cuando entras en «planeta parto» no eres consciente de lo que sucede a tu alrededor.
Prepararse mentalmente para lo que va a suceder en nuestro parto, es tan importante como qué ropa de tu peque metes en la mochila.
Venimos de una sociedad donde, a nivel instrumental, la mujer se tumbaba en una cama y paría sin ser una parte activa del proceso.
Ahora, gracias al conocimiento generado, a la implicación de profesionales desde la empatía, sabemos que es importante respetar ritmos y deseos de la mamá.
Si ya pasaste la semana 28 y te gustaría darle el nacimiento que tu bebé y tú os merecéis, os recuerdo que os puedo ayudar y acompañar en vuestra preparación al parto. Os dejo un enlace con más información.
Me gusta pensar que la intensidad, y no el dolor, de un parto, es algo muy animal que nos conecta con todas las mujeres que nos precedieron. Es posible prepararse un parto para ayudar a manejar esa intensidad, y que, la persona que te acompaña, puede ayudarte a transitarlo de una manera llevadera.
La respiración, haber preparado el parto; haber acudido a una especialista en suelo pélvico para valorarnos y así poder recomendar ejercicios para preparar el trabajo de parto; leer, conocer, preguntar, asistir a grupos sobre lactancia, nos ayudará a empoderarnos si decidimos dar el pecho.
Es importante la preparación previa para poder sentir que estamos en seguridad y control a medida que nuestro parto se desarrolle.
No olvides que puedo ayudarte en la preparación de tu parto. Si quisieras ponerte en contacto conmigo, puedes hacerlo a través de este enlace.
Y recuerda… ¡Lo estás haciendo bien!
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