Tenemos que aceptar que la muerte es un tema tabú en nuestra sociedad, pero cuando la muerte está relacionada con un embarazo o con un bebé que acaba de nacer, se hace todavía más silencioso.
La muerte, tal y como la vivimos en nuestra sociedad, es algo de lo que hay que callar… pero, ¿es realmente lo que hay que hacer y lo que se necesita? Pues depende. Todo depende de cada tipo de persona, las habrá más reservadas y/o calladas y otras más emocionales y/o habladoras, sin embargo, todas ellas tienen algo en común, esa ausencia, ese vacío que no saben gestionar, todas ellas, necesitan apoyo para ese momento vital.
El ser humano, por naturaleza, necesitamos una tribu que nos acompañe en todos los momentos importantes de nuestra vida. Pero cuando hablamos de muertes de bebés, la cosa cambia. Se hace silencio en la sala y nadie quiere hablar por no meter la pata. Seguramente, con toda la buena intención del mundo, podrás escuchar frases como: “todavía sois jóvenes”, “si ha sucedido así es porque no estaría de venir”, “no le conocías, no puedes haberle cogido cariño”… todas esas buenas frases, DUELEN.
No sabes cuánto tiempo llevaban buscando tener un bebé, no sabemos si les ha venido por sorpresa y se han emocionado después del paso de las semanas, no sabes si era su último intento en reproducción asistida y por la crisis deben elegir pagar la casa o tener la posibilidad de tener un hijo o hija…
Según la OMS se entiende por muerte perinatal: “Aquella que ocurre entre la semana 22 de gestación (154 días) y los siete primeros días de vida del bebé”, dato importante para poder tomar decisiones médicas, sin olvidar los factores de riesgo médicos tales como: problemas de placenta, anomalías congénitas, complicaciones médicas, entre otras y también factores de riesgo sociales, biológicos o ambientales.
Pero, ¿y todas esas pérdidas que ocurren antes? Se les consideran abortos espontáneos, y dependiendo de las semanas de gestación habrá que pasar por un proceso de parto con nuestro bebé fallecido o será como una regla con un sangrado muy abundante.
A los bebés fallecidos dentro del útero, sean las semanas que sean de gestación, se les consideran bebés estrellas y a los nacidos después de estos, bebés arcoíris. Todas estas mamás, papás, parejas, lo que necesitan es apoyo, estar ahí. Es el mejor regalo que le puedes hacer tu tiempo.
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