En este episodio de «Lo estás haciendo bien» hablaremos sobre el cómo explicarle a tu peque que vuestra mascota ha fallecido.
Nos escuchamos mañana viernes las 18:00h, con temáticas relacionadas con el duelo perinatal.
Si no pudieras escuchar en este momento el programa, te dejo una transcripción aproximada del mismo.
Te doy la bienvenida a “Lo estás haciendo bien” Episodio 334
Hola, soy María Moreno, psicóloga perinatal y este es un programa donde hablamos sobre todo lo relacionado con la búsqueda de embarazo, embarazo, parto, posparto y crianza y duelo perinatal.
Tu espacio, donde aprender y crecer juntas, pero sobre todo recordarnos que lo estamos haciendo bien.
Como ya sabes en mariamorenoperinatal.com estoy a tu disposición para trabajar juntas las herramientas que necesites, desde tu búsqueda del embarazo hasta la crianza. Además, si has sufrido una pérdida, no estás sola. Estoy aquí para ayudarte a avanzar desde ese sufrimiento hacia el agradecido recuerdo.
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Hoy es jueves, 5 de octubre de 2023 y vamos a hablar sobre la pérdida de una mascota en la infancia y hoy permitidme que me extienda un poco más a modo de homenaje para Viruta, el perro de mis suegros, que tras 11 años, nos dejó el día 2 de octubre.
Este episodio nace, desde el aprendizaje y las enseñanzas que mi hijo Lucas, me ha enseñado en este proceso.
En la travesía de la vida, nuestros hijos experimentan no solo la alegría, sino también la tristeza. Una de las experiencias más delicadas y a menudo subestimadas es la pérdida de una mascota. Para los niños, estos fieles compañeros peludos son más que solo animales; son amigos leales, confidentes y guardianes de secretos.
La muerte es una realidad inevitable, pero explicarla a los niños puede resultar desafiante. Cuando se trata de la pérdida de una mascota, es esencial abordar el tema con sensibilidad.
Perder a un amigo peludo puede ser la primera vez que los niños se enfrentan a la realidad inevitable de la muerte, lo que añade una capa adicional de complejidad al proceso de duelo.
En lo relativo a la edad de tu hija/o habría que saber cómo entienden la muerte y eso va a variar a lo largo de la vida. Necesitará integrar unos subconceptos claves que le harán entender qué es la muerte, como la entendemos nosotras: la no funcionalidad, la irreversibilidad, causalidad, universalidad, inexorabilidad y la continuación no-corpórea.
- La no funcionalidad estaría relacionado con la comprensión de que las funciones corporales se detienen, este es el primer concepto, ya que lo van viendo a diario, por ejemplo, con los insectos.
- En lo relativo a la irreversibilidad, relacionado con lo que no podemos cambiar lo que ha sucedido, se va adquiriendo poco a poco, a base de integrar la repetición de que la mascota no va a volver.
- La causalidad estaría relacionado con entender el por qué morimos.
- Cuando hablamos de universalidad, se produce cuando es capaz de comprender que todas y todos moriremos, aproximadamente sobre los 7-8 años.
- Ligado a este concepto, llega la inexorabilidad, donde somos capaces de entender que eso también nos puede pasar a nosotras/os, comprenden que pueden morir.
- La continuación no-corpórea: es la más difícil y la que más debates puede generar que es la no existencia del cuerpo, y de si hay continuación o no después de que esto suceda. Para poder adquirir esto, se necesita una maduración cerebral más compleja, de ahí que suceda aproximadamente en la adolescencia.
Estos subconceptos ayudan a entender lo que sucede, qué es la muerte, pero a medida que vamos creciendo, esto va cambiando, al ir integrando, debido a nuestro desarrollo, todas las partes.
Por todo lo anterior es importante saber cómo entienden la pérdida en función de la edad que tenían y cómo informarles y como acompañarles por la pérdida de su mascota.
- De 0 a 3 años: Esta etapa es muy sensible a los cambios, sólo que la forma en la que los perciben y expresan es a través de las somatizaciones y se almacena en su memoria más inconsciente. Es decir, al no tener apenas desarrollado el lenguaje, son muy sensiblesy expresivos, pero no en las claves de adultos.
- Puedes expresar dificultades en el sueño, llanto más frecuente, falta de apetito… para ello es fundamental buscar cuentos adaptados a su edad y mantener rutinas y cuidados en casa.
- De 3 a 6 años: lo más importante es que tienen o deberían tener, en situaciones normotípicas, desarrollado el lenguaje, por lo que podemos darles una comprensión mayor de lo que ha ocurrido.
- Además, el pensamiento mágico será una gran ayuda para usar metáforas y cuentos, aunque a la vez hay que estar atentos y atentas a que esa fantasía no se convierta en miedos. Y si ocurre, que es frecuente, ayudar a gestionarlos y darles siempre respuestas adaptadas a sus preguntas.
- En esta edad podemos empezar a percibir los primeros indicios de “culpa” en ellos como no haberle ayudado o salvado, y es importante escucharlos y acompañarlos en entender que no han podido hacer otra cosa y que lo que ha ocurrido no tiene nada que ver con ellas y ellos.
- También es importante tener en cuenta que, en esta edad, consideran la muerte como algo temporal, y, por tanto, se puede revertir (por ejemplo, cuando ven dibujos y se muere algún personaje y al siguiente capítulo, sigue vivo), por lo que se queda presente la pregunta de «¿va a volver?».
- Suelen repetir mucho lo que ha sucedido, en momentos que, tal vez, no consideremos los más apropiados (a alguien con quien nos paramos por la calle, en la cola del súper, a la cajera…). Estos son mecanismos que hacen por varias cuestiones: la primera es ir integrando la noticia, a base de repetición son capaces de ir asimilando lo sucedido, y la segunda, para observar la reacción de la gente, e ir aprendiendo qué deben de ir haciendo ante dicha noticia.
- Explicarles lo sucedido y hacer alusión a la no funcionalidad, por ejemplo, el corazón dejó de latir. En este sentido, es importante recordar el principio de “qué es menos malo”, es decir, cómo transmitir y acompañar teniendo en cuenta las consecuencias emocionales de lo que hagamos o digamos. Quizás necesitemos “maquillar” lo que vamos a decir para no causar sufrimiento en nuestros hijos e hijas y, más adelante, explicarlo con más detalles.
- Entre los 7 y los 11 años: están adquiriendo el concepto de “irreversibilidad”, que es cuando se producen las “preguntas comprometidas”. Ahora, comienzan a tener pensamientos más elaborados en función al cuerpo y al paso del tiempo.
- Además de esto, también comienzan a ir integrando el concepto de “causalidad” y realizan preguntas que están más cerca de la curiosidad e incluso lo que podríamos entender como “el morbo”. Pueden preguntar si le ha dolido, qué les pasa si se entierran, si se lo comen los gusanos…
- Al preguntar por estas causas, comienzan a surgir miedos relacionados con que les pueda pasar a ellas/os y, además, se le unen los factores mágicos como podrían ser fantasmas, monstruos, brujas, etc. Suele ser una edad de regresiones, pesadillas, miedos a estar solos, que alguien se muera…
- Al final de esta etapa es cuando se inicia el último concepto, «¿qué ocurre después de la muerte?».
- Adolescencia: la forma en la que la entienden es “casi” como la de las personas adultas. Han adquirido todos los subconceptos y se cuestionan temas trascendentales como el sentido de la vida, la existencia humana, el sentido de la religión… Es una etapa en la que todo se necesita compartir en grupo, por lo que es habitual que pasen más tiempo compartiendo el dolor con sus amistades, que con la familia. Y no pasa nada, hay que entenderlo y respetarlo.
Para hablar con tu peque sobre la pérdida de tu mascota, es necesaria mucha empatía.
- Cuando llega el momento de explicar la pérdida, es fundamental ser honesto, pero también usar un lenguaje y un tono adaptados a la edad de tu peque. Evitar eufemismos confusos y brindar información clara puede ayudarles a comprender mejor.
- Los niños experimentan emociones intensas y a veces desconcertantes cuando enfrentan la pérdida. Permíteles expresar sus sentimientos, ya sea tristeza, enojo o confusión, sin juzgar. Validar sus emociones les ayuda a procesar el dolor de manera más saludable.
- Organizar un pequeño ritual de despedida, como enterrar una carta o dibujo cerca de donde descansa la mascota, puede brindar a los niños una sensación de cierre y permitirles expresar sus sentimientos de amor y gratitud.
Aunque la pérdida es dolorosa, también puede ser una oportunidad para que los niños aprendan sobre el ciclo natural de la vida y la importancia de apreciar cada momento, “el tiempo de oro” como diría Carlos Odriozola, ese momento que disfrutamos, aprovechamos y vivimos al máximo, sabiendo que hay una fecha en el calendario, que no podemos evitar.
A través del dolor, los niños pueden desarrollar empatía, resiliencia y una comprensión más profunda de las complejidades emocionales.
Como psicóloga perinatal, mi objetivo es ofrecer apoyo a los padres mientras guían a sus hijos a través de estas experiencias difíciles. Recordemos que la empatía y la paciencia son fundamentales en el proceso de duelo infantil, ayudando a construir bases sólidas para el desarrollo emocional futuro.
Desde aquí recomendarte el cuento de Miriam Tirado “El hilo invisible”, donde se habla, al final, de la muerte y de la importancia de la conexión más allá de el físico.
Así que, si estás en este momento en el que habéis perdido a una mascota, a una parte de vuestra familia, te abrazo fuerte, no estás sola.
Y bueno, hasta aquí el episodio 334 de Lo estás haciendo bien. Recuerda que puedes ponerte en contacto conmigo en mariamorenoperintal.com
Gracias por estar ahí, por estar al otro lado.
Nos escuchamos mañana viernes con temáticas relacionadas con el duelo perinatal.
Y recuerda… ¡Lo estás haciendo bien!
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