En este episodio de “Lo estás haciendo bien” hablaremos sobre la importancia de cortar el cordón umbilical con tu familia biológica y como, hacerlo, nos puede ayudar a afianzar los vínculos con tu pareja.
Nos escuchamos mañana viernes las 18:00h, con temáticas relacionadas con el duelo perinatal.
Si no pudieras escuchar en este momento el programa, te dejo una transcripción aproximada del mismo:
Te doy la bienvenida a “Lo estás haciendo bien” Episodio 79
Hola, soy María Moreno, psicóloga perinatal y este es un programa donde hablamos sobre todo lo relacionado con la búsqueda de embarazo, embarazo, parto, posparto y crianza y duelo perinatal.
Tu espacio, donde aprender y crecer juntas, pero sobre todo recordarnos que lo estamos haciendo bien.
Como ya sabes en mariamorenoperinatal.com estoy a tu disposición para trabajar juntas las herramientas que necesites, desde tu búsqueda del embarazo hasta la crianza. Además, si has sufrido una pérdida, no estás sola. Estoy aquí para ayudarte a avanzar desde ese sufrimiento hacia el agradecido recuerdo.
Como ya sabes, a lo largo de toda la semana, los episodios estarán dedicados a ti, futuro papá, futura mamá no gestante, o papá o mamá no gestante.
Hoy es jueves 28 de julio de 2022 y vamos a hablar sobre la importancia de saber que ahora eres padre o mami y que tu familia, la que has formado, es también importante.
Hemos crecido con una familia que ha tenido las mejores herramientas, dentro de su situación y posibilidades, para educarnos.
Aprendimos a ser hijos e hijas y a identificarnos con ese rol. La realidad es que es de vital importancia, cortar el cordón umbilical con nuestra familia de origen para poder ser plenamente nosotros y nosotras mismas a la hora de formar nuestra propia familia.
Ese cordón está ligado a mucho miedo. Y me explico. Como diría Carlos Odriozola, tenemos dos grandes motores en nuestra vida, el miedo y el amor.
Si pensamos en nuestra infancia, recordaremos, la mayoría de nosotros y de nosotras, momentos donde nos sentimos muy queridas y queridos y experimentamos grandes sentimientos de amor.
La relación que establecimos con nuestra familia termina basada en el miedo: hacemos aquello que los y las demás aprueban, dejamos de hacer cosas que a los y las demás no les gusta. Dejamos de hacer cosas que a nosotros y a nosotras nos gustaban, con tal de tener el amor de tu familia.
Así, siendo muy pequeñitos y pequeñitas, comenzamos a cortar partes de nosotros y de nosotras misma, para que nos quieran.
Si quieres ver un claro ejemplo de esto: observa a tu peque, y mira lo que hace o deja de hacer, con tal de tener vuestro cariño. Y cómo ha dejado de hacer cosas que le hacían feliz para agradaros.
La verdad es que compramos completamente la idea de ese amor, éramos pequeños y pequeñas, no conocíamos otra manera de amor. Pero ese amor, está basado en el miedo. En esa parte nuestra que no les gustaba a tu familia y que decidiste renunciar para seguir con ella. Eras muy peque y no lo hiciste de manera consciente.
Ahora, estás en un momento totalmente diferente. Has formado una familia y quieres a tu bebé y a tu compañera, con todo el corazón, pero hay una parte de ti que sigue anclada al pasado.
Sólo hay que ver cómo se manifiesta en las reuniones familiares, y como todos y todas, sin excepción, volvemos a desarrollar ese rol que teníamos en nuestra infancia o adolescencia.
Ese rol, que nos ha mantenido vivos y vivas, esos mecanismos de defensa que nos han hecho estar aquí y ahora. Es muy difícil deshacernos de lo aprendido, porque surge un pensamiento muy irracional, “si dejo de hacerlo, me dejarán de querer”. Y ahí es dónde está el miedo.
Es importante dejar de ser hijo o hija, antes de formar una nueva familia, ya que si seguimos siendo hijos o hijas, las expectativas nuestra familia, estarán por encima de la familia que formes.
Elegiste a tu pareja para formar una familia, y tú ahora, tienes el poder de cambiar aquello que no te gusta, dejar de hacer aquello por lo que tu familia “te quería” y lo digo con comillas, porque hemos crecido creyendo que nos querían por lo hacíamos y no por lo que éramos.
Y esa, es una carga muy pesada para una espalda muy pequeñita.
Si eres capaz de conectar con tu peque interior, recuerda cómo te sentías cada vez que tenías que hacer algo para agradar a los demás: ser una buena niña o un buen, ser valiente, reírte de ti mismo o de ti misma, ayudar a mamá o a papá en las tareas de casa, y como estos, mil ejemplo más.
Todo eso, no tienes por qué seguir cargándolo a la espalda. Tú tienes el poder de elegir seguir haciendo aquello que te causó pesar o hacer aquello que te haga feliz. Porque cuando nos deshacemos de una parte de nosotros o nosotras mismas, también duele.
Recuerda que puedo acompañarte para ir sanando todas esas heridas, para hacer de tu familia, de la crianza de tus peques, algo completamente diferente a lo que viviste.
Cuando somos capaces de actuar desde el amor, nuestra parte amorosa, blandita, tenemos a nuestra disposición la mejor versión de nosotros y de nosotras mismas.
Es importante reflexionar sobre quién tiene el control ahora mismo en tu vida: ¿el miedo (asociado a las expectativas de lo que los demás esperan de ti) o el amor?
Con esto no quiero decirte que te alejes de tu familia de origen, todo lo contrario, acércate, y acercate desde tu parte amorosa, esa parte en la que es capaz de ver que tus padres lo hicieron lo mejor que pudieron con lo que tenían. Esa parte serena, compasiva, generosa. Porque esa parte, también es nuestra.
Así que, si estás en este momento en el que te has dado cuenta de que no has cortado el cordón con tu familia de origen, te abrazo fuerte, no estás sola, no estás solo.
Y bueno, hasta aquí el episodio 79 de Lo estás haciendo bien. Recuerda que puedes ponerte en contacto conmigo en mariamorenoperintal.com
Gracias por estar ahí, por estar al otro lado.
Nos escuchamos mañana viernes con temáticas relacionadas con el duelo perinatal.
Y recuerda… ¡Lo estás haciendo bien!
Deja una respuesta