De todo el mundo es sabido que los nutrientes que le aporta la leche materna a nuestro bebé son importantes para su desarrollo y crecimiento. Esto es gracias a que las gandulas mamarias, reciben estímulo de la saliva de nuestra/o bebé y la composición de la leche varía entre diferentes horas del día, así como si está enferma o enfermo.
Aunque existe un porcentaje muy amplio de mamás que quiere realizar lactancia materna exclusiva, la realidad es que hay factores que terminan haciendo que no pueda llevarse a cabo dicha lactancia y esto hace que terminen sintiendo mucha frustración por no haberlo podido realizar como querían.
Es fundamental que se nos grabe a fuego en la mente: a más tiempo puesto el bebé en el pecho, más producción de leche tendremos. Complementar con un biberón, no hará que tengamos más leche. Es perfectamente compatible complementar con nuestra propia leche.
Entre otras cosas, como el frenillo de nuestra/o bebé que ya hablaré más adelante, existe algo muy desconocido por la mayoría de mamás antes que inicien la lactancia.
Las crisis de lactancia, ¿qué son?
Momentos en los que tu bebé demandará mucha más atención y tiempo puesta/o en el pecho. Es la manera que tiene nuestra/o bebé para aumentar la producción de leche, por lo que actuará como si estuvieran disconformes.
Existen varios momentos en los que tu bebé demandará mayor producción de leche y se les conoce como crisis o brotes de crecimiento de lactancia.
Es importante saber que no a todas/os les bebés les sucede, no a todas/os los bebés les dura igual o son en ese tiempo determinado, pero es algo por lo que la mayoría de bebés suele atravesar.
Sin embargo, antes me gustaría hablar brevemente de cuántos tipos de leche materna hay ¿Tipos? Sí, existen diferentes tipos de leche:
- Precalostro: suele aparecer durante el embarazo, previa al nacimiento del bebé. Antes de la semana 37 de gestación. Aunque contiene minerales, vitaminas, grasas, proteínas, grasas y sodio, no podría cubrir las necesidades nutricionales de un gran prematuro, por ejemplo. Dejo enlazada una de las #HistoriasReales del blog, Carmen, una pequeña gran guerra.
- Calostro: es de color amarillento, suele aparecer a partir de la semana 37 de gestación y se produce en poca cantidad. Esa cantidad es suficiente para alimentar a nuestra/o bebé, ya que cuando nace, su tamaño será el de una cereza. Es rico en minerales, proteínas y vitaminas que ayudarán a fortalecer y desarrollar el sistema inmune de nuestro bebé. Podrá durar unos 2-3 días.
- Leche de transición: es la leche que se produce después del calostro. Es la que se produce en la transición del calostro a la leche madura. Tiene una consistencia espesa. Podrá durar aproximadamente 15 días. Los pechos los encontraremos duros, ya que la leche no está regulada y producirá más leche de la que la/el bebé necesite.
- La leche madura: suele aparecer entre los 15-20 días posteriormente del nacimiento de tu bebé y perdurará hasta el momento del destete. Es rica en agua, que es su principal componente, carbohidratos, grasas, proteínas, minerales y vitaminas.
Vale… ahora sabemos cuántos tipos de leche hay, pero… ¿Cuántas crisis de lactancia existen y cuánto duran?
A nivel oficial existen, hasta los 12 meses, 5 grandes crisis, que nombraré a continuación, pero también hay una extra oficial a los 2-3 días, que podría estar relacionada con el tipo de leche que producimos.
- A los 2-3 días de vida de nuestra/o bebé: está relacionado con la subida de la leche. El calostro alimenta a nuestra/o bebé, sin embargo, necesita la leche de transición para conseguir la leche madura, por lo que comienza a demandar mucho más en el pecho, haciendo así que la producción de leche aumente.
- Con 3 semanas aproximadamente (entre los 15-21 días de vida): Ahora que comienzas a adaptarte a las tomas de tu bebé, y son más o menos regulares, de repente, tu bebé comenzará a demandar continuamente. Cada 20-30 minutos, enlazando una toma con la otra, llorando desconsoladamente si se le quita del pecho. Nuestra/o bebé necesita aumentar la producción de leche, por lo que mamarán durante dos o tres días sin control para de este modo conseguirlo. Las tomas volverán a la normalidad una vez conseguido su objetivo.
- Con 6 o 7 semanas de vida, aproximadamente: de nuevo, nuestra/o bebé necesita más producción de leche, y lo hará mediante más demanda y número de tomas. Pero qué pasa en esta etapa en concreto, tu bebé se pelea con tu pecho: la conducta de nuestra/o bebé cuando está al pecho está nerviosa/o, llora de repente en el pecho, da tirones, tensa sus piernas o, incluso, arquea la espalda (con el pezón en la boca). La composición de nuestra leche cambia en este momento. La leche torna un poco a más salada y esto no les gusta. Puede durar entre una y dos semanas. Cuando se acostumbran al sabor, las tomas vuelven a la normalidad.
- A los tres meses de edad (esta es la crisis donde ahora tenemos información, sin embargo, nuestra madre que nos criaron con cultura de biberón, desconocían, y pensaron que se le retiró la leche, no obstante, en realidad no fue así): durante este tiempo, la producción de leche se modifica. Hasta ese momento, la leche estaba disponible en el pecho cuando bebé se ponía en él. Ahora es diferente: la leche se produce mientras el bebé mama, haciendo que la salida de la leche no es inmediata, no está disponible, sino que tarda unos minutos. Esto hace que notemos que tenemos el pecho vacío. Antes podrías tener los pechos llenos, incluso goteantes, ahora se ha regulado la producción. Las/os bebés se vuelven auténticos expertos en mamar, por lo que en pocos minutos pueden extraer toda la leche que necesiten. Puede durar en torno a un mes y lo que sucede es lo siguiente:
- La leche tarda unos 2 minutos en comenzar a salir, frustrando a la/al bebé que no recibe leche en el momento del agarre.
- Tu bebé ya no está tanto tiempo al pecho, lo que nos hace pensar que no tiene hambre o que puede rechazar el pecho.
- Al notar los pechos blandos creemos que estamos produciendo poca cantidad de leche y si le sumamos con los llantos que se producen, comenzamos a suponer que nuestra/o bebé no está recibiendo suficiente alimento.
- El tiempo de la toma disminuye, durando escasos minutos.
- Comienza a distraerse con todos los estímulos, realizando tomas caóticas, pudiendo ponerse a llorar al poco rato de empezar a mamar. Su sentido de la vista y el oído se están desarrollando más, lo que hace que esté más pendiente con esos estímulos.
- Comenzarán a recomendarte que complementes con leche artificial, no siendo necesario, ya que también podrías complementar con tu propia leche, mediante el método de dedo jeringa.
- Al año de vida aproximadamente: si después de haber superado todas esas crisis, la posible incorporación al trabajo, seguís manteniendo lactancia materna. El crecimiento de tu bebé está comenzando a disminuir, por lo que empiezan también disminuir los nutrientes que ingieren. En este momento las/os bebés comienzan a mostrar menos interés por los alimentos y pueden comer menos. Además, comienzan a demandar más tiempo en el pecho. Dejar de darle pecho para que coma más es un error, haciendo que nuestra/o bebé reciba menos alimentos. Su tiempo de duración dependerá de cada bebé, estando relacionada también con el aumento de alimentos que comienzas a ingerir sobre los 15-18 meses.
- A los dos años de vida: ¡enhorabuena! Has llegado al tiempo que la OMS recomienda el periodo mínimo de lactancia materna. Nuestra/o bebé está experimentando muchos cambios relacionados con su desarrollo integral. Comienzan a ser más independientes, lo que puede acarrear cierta inseguridad, esto hace que se pongan la pecho durante más tiempo, como cuando era un bebé muy pequeño. Suele durar unos meses, hasta que tu bebé sea capaz de saber que todo está bien, adquiere más seguridad en sí misma/o, haciendo esto, que se normalice y se reduzca esta demanda.
Ahora que ya sabes qué tipos de leche hay y qué crisis existen, ¿eres capaz de identificar alguna por la que tu bebé haya pasado? Saber que existen crisis de lactancia nos ayudarán a poder mantener una lactancia exitosa y poder empoderarnos frente a voces externas que nos hacen dudar de nosotras mismas.
Si te gustaría estar acompañada mientras todos estos cambios se producen, recuerda que puedes tener ayuda profesional si te pones en contacto conmigo a través de este enlace.
Y recuerda… ¡Lo estás haciendo bien!
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