En este episodio del verano del 23 de “Lo estás haciendo bien” hablaremos sobre cómo superar un parto traumático.
Nos escuchamos la próxima semana.
Te dejo aquí una transcripción aproximada del episodio por si no pudieras escucharlo ahora mismo.
Te doy la bienvenida a “Lo estás haciendo bien” Episodio 3 del Especial Verano 23
Hola, soy María Moreno, psicóloga perinatal y este es un programa donde hablamos sobre todo lo relacionado con la búsqueda de embarazo, embarazo, parto, posparto y crianza y duelo perinatal.
Tu espacio, donde aprender y crecer juntas, pero sobre todo recordarnos que lo estamos haciendo bien.
Como ya sabes en mariamorenoperinatal.com estoy a tu disposición para trabajar juntas las herramientas que necesites, desde tu búsqueda del embarazo hasta la crianza. Además, si has sufrido una pérdida, no estás sola. Estoy aquí para ayudarte a avanzar desde ese sufrimiento hacia el agradecido recuerdo.
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Hoy es domingo 16 de julio de 2023 y vamos a hablar sobre cómo superar un parto que ha sido traumático para ti.
El nacimiento de un hijo es uno de los momentos más significativos en la vida de una mujer y de su familia. Sin embargo, en ocasiones, el parto puede ser una experiencia traumática que deja secuelas emocionales y psicológicas en la madre. Esto puede manifestarse como ansiedad, depresión, flashbacks o pesadillas relacionadas con el evento.
Superar el trauma de un parto difícil requiere tiempo, apoyo y comprensión. Aquí hay algunos consejos que pueden ayudarte en este proceso:
Cuando una mujer experimenta un parto difícil y traumático, es común que surjan una amplia gama de emociones. Puedes sentir miedo, tristeza, frustración, ira o incluso culpa. Estas emociones son válidas y comprensibles, y es importante reconocerlas y permitirte sentirlas sin juzgarte a ti misma.
Validar tus sentimientos implica aceptar que lo que estás experimentando es real y legítimo. A menudo, las mujeres pueden sentirse presionadas para ocultar o minimizar sus emociones después del parto, especialmente si su bebé está sano y salvo. Sin embargo, el impacto emocional de un parto difícil no debe subestimarse ni ignorarse.
Permítete expresar tus emociones de manera segura y saludable. Puedes hacerlo hablando con tu pareja, un amigo cercano o un familiar comprensivo. Si no te sientes cómoda compartiendo tus sentimientos con alguien cercano, considera buscar la ayuda de un profesional de la salud mental, como un psicólogo perinatal. Ellos están capacitados para brindar apoyo y comprensión en estos momentos difíciles.
Además, es fundamental recordar que el tiempo de recuperación emocional puede variar de una persona a otra. No te apresures a sentirte mejor o a superar completamente el trauma. Date permiso para transitar por el proceso de curación a tu propio ritmo y sé amable contigo misma en el camino.
Después de vivir un parto difícil y traumático, es fundamental buscar apoyo emocional para ayudarte a procesar tus sentimientos y experiencias. Compartir tus emociones y hablar sobre lo que has vivido puede ser enormemente beneficioso para tu proceso de curación.
Tu pareja puede ser una fuente de apoyo invaluable. Hablar abierta y sinceramente sobre tus emociones y el impacto que el parto ha tenido en ti puede fortalecer la conexión entre ustedes y ayudarles a comprender mejor lo que estás pasando. Juntos, pueden encontrar formas de apoyarse mutuamente durante este tiempo de recuperación emocional.
Compartir tus sentimientos con familiares y amigos íntimos puede brindarte un espacio seguro para expresarte y recibir comprensión. No tengas miedo de pedir ayuda o simplemente hablar sobre lo que estás experimentando. El apoyo de tus seres queridos puede marcar una gran diferencia en tu proceso de curación.
Buscar un grupo de apoyo específicamente diseñado para mujeres que han pasado por experiencias traumáticas de parto puede ser extremadamente útil. Estos grupos ofrecen un entorno seguro y comprensivo donde puedes compartir tus experiencias, escuchar a otras mujeres que han pasado por situaciones similares y obtener consejos prácticos para superar el trauma del parto.
Buscar la ayuda de un profesional de la salud mental, como un psicólogo perinatal, puede brindarte un apoyo más especializado y personalizado. Un terapeuta capacitado en perinatalidad puede ayudarte a explorar tus emociones, trabajar en el procesamiento del trauma y proporcionarte herramientas y estrategias para enfrentar y superar el impacto emocional del parto difícil.
Cuando se trata de superar el trauma de un parto difícil, la ayuda profesional puede ser invaluable. Aquí hay algunas razones por las que considerar buscar apoyo de un psicólogo especializado en perinatalidad:
Los psicólogos perinatales tienen una comprensión profunda de los desafíos emocionales y psicológicos que pueden surgir después de un parto difícil. Están capacitados para trabajar con mujeres en el período perinatal y tienen experiencia en el manejo de problemas relacionados con el trauma del parto. Su experiencia les permite proporcionar una atención sensible y eficaz.
Al buscar ayuda profesional, tendrás un espacio seguro y confidencial para explorar tus emociones y experiencias sin temor a ser juzgada. Un psicólogo perinatal te brindará un entorno de apoyo donde podrás expresar tus sentimientos y trabajar en el procesamiento del trauma a tu propio ritmo.
Un psicólogo perinatal te proporcionará herramientas y estrategias específicas para ayudarte a manejar y superar el trauma del parto. Podrás abordar los pensamientos y las emociones negativas, y desarrollar habilidades de afrontamiento saludables para manejar el estrés y la ansiedad relacionados con el trauma.
Un psicólogo perinatal te acompañará en tu proceso de curación, brindándote el apoyo y la orientación necesarios a lo largo del camino. Te ayudará a identificar y trabajar a través de las diferentes etapas del trauma, y te guiará hacia la recuperación emocional y la construcción de la resiliencia.
Después de experimentar un parto difícil y traumático, es crucial priorizar tu bienestar físico y emocional.
El descanso es fundamental para la recuperación física y emocional. Intenta aprovechar los momentos en los que tu bebé duerme para descansar también tú. Si es posible, pide ayuda a tu pareja, familiares o amigos cercanos para que te brinden tiempo para dormir y recuperarte.
Mantener una dieta equilibrada y nutritiva te proporcionará la energía necesaria para recuperarte y cuidar de tu bebé. Trata de incluir alimentos ricos en nutrientes, como frutas, verduras, proteínas magras y granos integrales. No olvides hidratarte adecuadamente bebiendo suficiente agua.
Consulta con tu médico antes de comenzar cualquier rutina de ejercicio después del parto. Una vez que obtengas el visto bueno, considera la posibilidad de incorporar actividades suaves como caminar, hacer estiramientos suaves o practicar yoga postnatal. El ejercicio moderado puede ayudarte a aumentar tu bienestar físico y mental.
Dedica tiempo a actividades que promuevan tu bienestar emocional. Esto puede incluir practicar técnicas de relajación, meditación o respiración profunda. También puedes considerar la posibilidad de participar en terapias complementarias, como la musicoterapia o la terapia de arte, que pueden ayudar a aliviar el estrés y promover la curación.
No tengas miedo de establecer límites y pedir ayuda cuando lo necesites. Acepta que no puedes hacerlo todo y que recibir apoyo de los demás es fundamental. Si te sientes abrumada o agotada, habla con tu pareja, familiares o amigos cercanos para obtener ayuda en las tareas diarias y así aliviar tu carga.
Es importante encontrar momentos para cuidar de ti misma y hacer actividades que disfrutes. Esto puede incluir leer un libro, tomar un baño relajante, practicar una afición que te guste o salir a dar un paseo. Darte tiempo para ti misma te ayudará a recargar energías y fortalecer tu bienestar emocional.
También es natural que puedas sentir la tentación de compararte con otras madres y sus experiencias. Sin embargo, es importante recordar que cada experiencia de parto es única y personal. Compararte con los demás puede generar sentimientos de insuficiencia, culpa o frustración innecesarios.
Cada parto tiene sus propias circunstancias y desafíos. No hay una única forma “correcta” de dar a luz y cada experiencia es válida. Compararte con los demás solo puede hacer que te sientas mal contigo misma y desvalorizar tu propia experiencia. Recuerda que lo importante es tu proceso de curación y encontrar formas de superar el trauma que has vivido.
Cada persona tiene una forma única de reaccionar y procesar el trauma. Al compararte con los demás, puedes subestimar tus propias emociones y dificultades, o sentirte culpable por no estar “superando” el trauma de la misma manera que alguien más. Recuerda que cada persona tiene su propio ritmo y proceso de recuperación, y eso está bien.
En lugar de compararte con los demás, concéntrate en tu propio proceso de curación. Dedica tu energía y esfuerzo en encontrar las estrategias y el apoyo que necesitas para superar el trauma del parto difícil. Esto implica centrarte en ti misma, en tus necesidades y en el camino que debes seguir para sanar.
Evita comparar tu historia de parto con las historias que escuchas de otras madres. En su lugar, concéntrate en crear tu propia narrativa. Acepta y abraza tu experiencia tal como es, sin juzgarte a ti misma. Tu historia es única y valiosa, y merece ser honrada en lugar de ser comparada con otras.
En lugar de compararte, busca apoyo de personas comprensivas que te brinden el espacio y el entendimiento que necesitas. Pueden ser otras mujeres que hayan pasado por un parto difícil, grupos de apoyo perinatal o profesionales de la salud mental. Al conectarte con personas que entienden y valoran tu experiencia, puedes encontrar un apoyo genuino y alentador.
Si te encuentras en un momento de dificultad emocional después de un parto difícil, busca el apoyo adecuado y recuerda que no estás sola. Muchas mujeres han pasado por experiencias similares y han encontrado formas de sanar y seguir adelante.
Así que, si estás en este momento en el que te cuesta superar el momento de tu parto, te abrazo fuerte, no estás sola.
Y bueno, hasta aquí el Episodio 1 del Especial Verano 23 de Lo estás haciendo bien. Recuerda que puedes ponerte en contacto conmigo en mariamorenoperintal.com
Gracias por estar ahí, por estar al otro lado.
Nos escuchamos la próxima semana.
Y recuerda… ¡Lo estás haciendo bien!
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